El arte transgresor de Gustav Klimt
Cuando el visitante del Palacio del Belvedere admira extasiado las obras refulgentes en dorado que son tan características del estilo de Klimt, pocas veces pensamos en el pintor austriaco como un transgresor, un revolucionario cuyo trabajo cambió el rumbo del arte en su país, maestro e inspiración de expresionistas como Schiele y de vanguardistas como Kokoschka. Y sin embargo, tanto su vida como su obra fueron siempre piedra de escándalo en la Viena de la "Belle Epoque".
"El Beso"
"Todo arte es erótico" señaló Klimt. Y su pintura es un canto al erotismo y a la libertad sexual del ser humano.
"La dama de oro" (Retrato de Adele Bloch Bauer)
En los retratos que realizó de las damas de la burguesía vienesa, logra dotarlas de una sensualidad que refleja, para los críticos, la reprimida sexualidad de la mujer en esa época.
Emperatriz Teodora de Bizancio. Mosaico. Ravena
Sí, es innegable la influencia. Klimt admiró el arte románico y el trabajo bizantino del mosaico, con las aplicaciones del oro imperial. Con sus cuadros, dotó a la burguesía vienesa de una dignidad aristocrática. La aristocracia del dinero que sustituye a la de la sangre en el cambio del nuevo siglo.
"Danae"
"Judith"
"Serpientes de mar"
Detalle del mural "Beethoven"
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